SilviaArtworks

Dibujos, diseños, anécdotas, idas de olla...

Monday, February 09, 2009

Compra besuga


Kaixo denoi! Hola, sigo viva. Aquí, donde siempre.
Hoy soy una mujer completa, al fín, después de haber estado dando vueltas y más vueltas. Porque esta mañana, después de varios intentos fallidos, he conseguido...¡2 entradas para ver el Terrat Pack en Pamplona! Así que, el próximo sábado 21 de febrero allí estaré, con los ojitos haciendo chispitas y las manos temblorosas, pensando "¡Lo conseguí! ¡Estoy aquí!"
Todo empezó el pasado sábado, cuando decidí comprar las entradas de marras en un cajero automático después de salir del curro. Llovían granizos del tamaño de los garbanzos del pueblo, pero daba igual. Ahí que iba yo con mi cutre-paragüas plegable y plantándole cara al frío.
Fue un fracaso.
Nada de venta de entradas por cajero. Sólo oficinas, de una caja de ahorros muy concreta además. Resultado: ropa calada y un semiresfriado.
Lunes: vuelvo a la carga. Consulto varias cosillas en i-net y, tras creer que ya lo tengo lo suficientemente claro, me cojo la pasta y me voy a la caja de ahorros.
Allí, una tipa con aspecto de estar teniendo un lunes tan malo como el mío, me atiende de mala manera: "No quedan entradas. Todo agotado"-me dice, y yo con cara de pena "Ah. Joer, qué éxito. Vaya...pues nada, pa´otra vez será". Entonces, cuando ya estaba con un pie en la calle la oigo que me dice "No quedan entradas para los no-clientes. Pero si te haces cliente ahora te puedo vender una." "Qué cosa tan rara", pienso yo. Pero como yo sola no iba a ir a ver el espectáculo y tampoco me apetecía hacerme cliente lo dejo estar, me despido amablemente y me largo a casa, fustrada.
Al llegar me vuelvo a plantar ante el ordenador y descubro un número de tfn de venta de entradas, y llamo sin pensarlo. "Caja rural" me dice la voz. "Otro fracaso" me digo, y me disculpo por haberle hecho la llamada. "No sabía si este número era también de su Caja, es para esto...blablabla, pero ya me han dicho que no es posible en una sucursal cercana, blablabla".
La señora alucina y me dice que esto que me han dicho en la oficina no es cierto. ¡Flipa! Sí que hay entradas, aunque no sea cliente, y puedo comprar las que quiera. Me pide la dirección y el número de teléfono y les llama pidiendo explicaciones "¿por qué le habeis dicho tal? Eso no es así" etc. Total, que me vuelven a mandar a la oficina otra vez (la tercera ya). La chica del lunes torcido me mira mal, se disculpa por haberme hecho dar vueltas a lo tonto y por fin se digna en atenderme. Comienza a hacerme la reserva de las entradas, llega el momento de pagar y...¡chas! Me he olvidado la cartera en casa, frente al ordenador de donde he ido sacando la información.
Noto que me pongo como un tomate, le cuento lo que ocurre y me dice que vaya a por mi cartera mientras ella gestiona la reserva.
Voy a casa, cojo la cartera, apago el ordenador (lo había dejado encendido por las prisas) y vuelvo a la oficina (por cuarta vez). Allí hago el pago, me dan mi recibo y me garantizan que para mañana tengo las entradas físicamente. AAAAAaaaains, qué alivio.
Mira que era fácil, comprar unas simples entradas y ya está. Pues ha sido la compra más besuga de mi vida XD

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