Fan cabreada

Bueeenas! Hoy voy a reseñar este último libro de Stephenie Meyer, de su saga de vampiros que termina con esta cuarta entrega.

Los que nos hemos leído los tres libros anteriores casi estábamos obligados a leer este también, pero los que sólo se han leído el primero o el primero y el segundo...Se pueden quedar ahí perfectamente, en el 50% de la saga. Es en esos dos primeros libros donde la tita Meyer dice todo lo que tenía que decir del genero de los vampiros. El otro 50% restante de la saga...es una mezcla de "High School Musical" (todos están buenorros de la muerte), "El Internado" (misterio light) y "Física o Química" (ora me enrrollo con este, ora con este otro); lo digo con todos mis respetos. Quizás mis 25 años me hacen verlo con estos ojillos negativos, pero lo cierto es que este último libro se lo podía haber ahorrado o, como mínimo, haberlo estudiado un año más antes de lanzarlo a tontas y a locas, en plan flash. Tal vez, si lo hubiera dejado reposar un poquito más sería otra cosa.

Repito: esto sólo es mi opinión. Que nadie se me lance al cuello XD

Ya sé que no podía esperar una saga a la altura de las "Crónicas Vampíricas" de Anne Rice, y sé que Lestat hay uno y con uno basta. Pero esto de que me reduzcan un vampiro (Edward) de fuerza descomunal a poco más que un minino sumiso (se pasa la mitad del libro como en un segundo plano, donde reina la obediencia y el mutis)...no cuela. Le falta chicha, acción, a todo el libro.

En fín...Mala suerte, pero ya lo dice el refrán: "Vístime despacio, que tengo prisa".